Una mirada filosa y despiadada que deja, no obstante, la puerta abierta a la ternura o, cuanto menos, a una tenue y resignada melancolía. Como si Maitena dibujara estas curvas en la ruta para que todos, incluso ella misma, intentáramos conducir por la vida con un poco más de sentido del humor. «Maitena ha conseguido articular la esperanza y los temores de sus lectores con grandes dosis de ingenio y comprensión». Larry Rohter, The New York Times «Maitena observa y propone con pérfido candor. Anota todo y lo ofrece con una autoironía que contiene una declaración de guerra: ríete, si tienes el coraje». Beppe Severgnini, Corriere della Sera.